El vapeo se está convirtiendo en un problema silencioso entre los adolescentes argentinos. Con sabores atractivos, publicidad dirigida y la falsa percepción de menor riesgo, los cigarrillos electrónicos ganan terreno entre los más jóvenes, según alertan expertos del Observatorio de Adicciones.

El vapeo entre niños y adolescentes en Argentina crece pese a la prohibición. Un informe del Observatorio de Adicciones alerta sobre el inicio temprano del consumo, las estrategias de la industria para atraer a los jóvenes y la desinformación sobre los riesgos para la salud.
El Defensor del Pueblo Adjunto y responsable del Observatorio de Adicciones, Walter Martello, advirtió sobre el aumento alarmante del uso de cigarrillos electrónicos entre niños y adolescentes, pese a que estos dispositivos están prohibidos en Argentina. Según el informe del Observatorio, el 25% de los jóvenes de 12 y 13 años ya ha probado un vapeador, mientras que el 11,2% lo utilizó en el último mes. Además, el 47,7% de los jóvenes estaría dispuesto a probarlos, lo que evidencia una tendencia preocupante hacia la iniciación temprana en el consumo.
La industria del vapeo
Martello señaló que la industria tabacalera emplea sabores dulces, envases llamativos y campañas con influencers para captar la atención de los adolescentes. Philip Morris International (PMI) afirma buscar un “futuro sin humo” y reemplazar los cigarrillos tradicionales por productos alternativos, presentándolos como opciones “menos riesgosas”, aunque reconoce que no son libres de peligros. Según Martello, esta estrategia repite patrones históricos de desinformación, dado que las tabacaleras minimizaron durante décadas los riesgos del cigarrillo convencional.
Desinformación y percepción errónea
El informe también reveló que el 41,8% de los jóvenes cree que vapear es menos dañino que fumar, mientras que casi el 40% no sabe si es más o menos perjudicial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió que estos dispositivos pueden normalizar el acto de fumar entre los jóvenes, convirtiéndose en un riesgo emergente de salud pública en el país.