La promesa oficial de estabilidad duró menos de 48 horas. El dólar oficial volvió a subir con fuerza, superó los $1.500 y encendió nuevas alarmas en los mercados

La tregua cambiaria que el Gobierno nacional prometía después de las elecciones se desvaneció en cuestión de horas. Este martes, el dólar oficial volvió a dispararse y superó nuevamente los $1.500, dejando atrás la breve calma del lunes. En el Banco Nación, la divisa cerró a $1.505 para la venta, con una suba de 45 pesos o 3,8% en apenas un día.
La inestabilidad también se reflejó en el mercado mayorista, donde el tipo de cambio trepó hasta los $1.480, marcando un incremento de 3,1%. El salto se produce a pesar de que el ministro de Economía, Luis Caputo, había asegurado que la tensión cambiaria previa a los comicios respondía al llamado “riesgo kuka”, en alusión al temor de un eventual avance del peronismo.
Sin embargo, el “riesgo” que el oficialismo prometía disipar tras el triunfo electoral volvió a manifestarse con fuerza, esta vez por la falta de señales concretas de estabilidad. Analistas del mercado advirtieron que la suba refleja una pérdida de confianza y una creciente expectativa de devaluación, en un contexto de fuerte presión inflacionaria y agotamiento de las reservas.
A menos de 48 horas del alivio prometido, el dólar volvió a convertirse en termómetro de una economía que no logra estabilizarse y que enfrenta, una vez más, el fantasma de la desconfianza.