Axel Kicillof encabezó en La Plata un emotivo homenaje a José Ignacio Rucci, acompañado por la CGT y líderes sindicales. Durante el acto, se destacó la unidad del peronismo como eje de cara a 2027 y se ratificó el liderazgo del gobernador bonaerense como referente del espacio, mientras cuestionó al Gobierno nacional y la política de recortes de derechos.

En un acto cargado de simbolismo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, junto a la CGT de La Plata, rindieron homenaje a José Ignacio Rucci, una figura histórica del sindicalismo argentino y mano derecha de Juan Domingo Perón, que en los últimos años había sido desestimada por sectores del peronismo. Durante la jornada, un tramo de la calle 36 de la capital provincial pasó a llevar el nombre del dirigente asesinado en septiembre de 1973, en un reconocimiento que buscó rescatar su legado sindical y político.
El homenaje estuvo liderado por el intendente de La Plata, Julio Alak, quien promovió la ordenanza para la renombrada calle, y el Cuervo Larroque, quien acercó a Aníbal Rucci, hijo de José Ignacio, al gabinete de Kicillof. Actualmente, Aníbal ocupa el cargo de director provincial de Relaciones Institucionales en el ministerio que conduce Larroque, consolidando así la presencia de la familia Rucci en la esfera política y sindical bonaerense.
Según dirigentes locales, el acto refleja un cambio de rumbo dentro del peronismo platense. “Durante muchos años el peronismo estuvo muy ideologizado, con un sesgo de izquierda fuerte. Ahora es momento de empezar a romper eso y construir un espacio más amplio”, afirmó un referente del movimiento, en declaraciones a LPO. La jornada no solo buscó honrar a Rucci, sino también fortalecer la unidad política de cara a los desafíos electorales de los próximos años.
A la histórica sede de la CGT asistieron destacados referentes sindicales, entre ellos Héctor Daer (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), Octavio Argüello (Camioneros) y Hugo Moyano (Camioneros), así como candidatos a diputados nacionales como Jimena López, Sergio Palazzo y Hugo Moyano (h). La ausencia de figuras vinculadas a Montoneros, como Jorge Taiana, evidenció la histórica distancia que algunos sectores del peronismo mantenían con Rucci, marcada por interpretaciones encontradas sobre su asesinato y su rol en la política sindical.
En todos los discursos predominó un mensaje común: la necesidad de un peronismo unido y un espacio político cohesionado de cara a 2027, bajo el liderazgo de Kicillof. Héctor Daer destacó que Rucci “fue una herida profunda en el regreso del peronismo” y sostuvo que “el mejor homenaje es la unidad del movimiento obrero y del peronismo”. Además, subrayó que la elección del 7 de septiembre debe ser un punto de partida para construir colectivamente un espacio político inclusivo, evitando mezquindades y ampliando la visión más allá de los límites partidarios tradicionales.
Sergio Palazzo coincidió en la necesidad de unidad y enfatizó que “en 2027 debemos llegar unidos porque es con todos adentro”, siendo el único orador que mencionó explícitamente a Cristina Kirchner, reclamando su libertad y destacando su inocencia. Por su parte, Aníbal Rucci instó a “dejar de salar las heridas y empezar a curarlas”, promoviendo la reconciliación interna del peronismo y el trabajo conjunto para alcanzar los objetivos electorales.
El respaldo a Kicillof fue unánime durante el acto. Julio Alak lo definió como “el mariscal que llevará al peronismo a la Rosada”, premisa que se repitió a lo largo de todos los discursos y que refleja el optimismo dentro del movimiento frente a la decisión del gobernador de marcar su propio liderazgo, distanciándose de la influencia de Cristina Kirchner. Esta estrategia de autonomía política se interpreta como un factor clave para fortalecer al peronismo y proyectarlo hacia 2027.
En su intervención, Kicillof centró su discurso en criticar al Gobierno nacional y a Javier Milei, advirtiendo que las reformas estructurales que se promueven, sobre todo en materia laboral, previsional e impositiva, solo benefician a los sectores más ricos y perjudican a trabajadores y jubilados. “Estamos a pocos días de demostrar en las urnas si la sociedad respalda este modelo de recortes de derechos”, afirmó, remarcando que la política de especulación financiera y la falta de contacto con los barrios y las fábricas marcan el modelo del oficialismo.
El acto concluyó con un fuerte mensaje de unidad y construcción política. Todos los oradores coincidieron en que, más allá de las diferencias internas, el peronismo debe consolidar un espacio inclusivo, con Kicillof como referencia, y recuperar figuras históricas como José Ignacio Rucci para fortalecer el vínculo entre el movimiento obrero y la política. En este sentido, la jornada en La Plata no solo homenajeó a un dirigente histórico, sino que también marcó el inicio de un proceso de consolidación política y electoral de cara a los próximos desafíos nacionales.