Los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Corrientes y Jujuy, pertenecientes a Provincias Unidas, se reunieron en Río Cuarto tras el veto de Javier Milei a la ley de Aportes del Tesoro Nacional. El encuentro busca fijar una postura común frente a la Casa Rosada en medio de la disputa por el federalismo.

Cuatro gobernadores de Provincias Unidas se encontraron este viernes en la ciudad de Córdoba para encabezar una cumbre en la Sociedad Rural de Río Cuarto, donde a partir de las 11:30 estaba prevista una conferencia de prensa conjunta. El encuentro se desarrolló en un clima político marcado por el veto presidencial a la ley que establecía la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), decisión que encendió la tensión entre las provincias y la Casa Rosada.
La mesa de mandatarios estuvo integrada por Martín Llaryora, gobernador anfitrión, junto a Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes) y Carlos Sadir (Jujuy). En cambio, los patagónicos Ignacio Torres (Chubut) y Claudio Vidal (Santa Cruz) no participaron debido a compromisos de agenda, aunque expresaron su respaldo a la iniciativa regional.
El decreto con el veto fue publicado apenas unas horas antes del encuentro. En los fundamentos, Javier Milei sostuvo que la distribución automática de ATN “no debe responder a un diseño legislativo caprichoso e injustificado”, sino a “una necesidad estructural del federalismo argentino, que requiere mecanismos de auxilio excepcionales y ágiles dotados de la necesaria flexibilidad”.
La decisión presidencial provocó fuertes críticas en los gobiernos provinciales, que advierten un recorte en las herramientas de financiamiento para afrontar emergencias y desequilibrios fiscales. Desde el espacio de Provincias Unidas, remarcaron que la convocatoria busca fortalecer la cooperación interjurisdiccional y marcar una postura común frente al Ejecutivo nacional.
En paralelo, el Gobierno central intenta recomponer vínculos con los gobernadores luego de la derrota electoral en Buenos Aires. Para ello anunció la creación de una mesa de diálogo federal y el regreso del Ministerio del Interior, que quedará bajo la conducción de Lisandro Catalán. Sin embargo, hasta el momento esas iniciativas no fueron implementadas, lo que incrementa la incertidumbre en el escenario político.
La cumbre cordobesa se convirtió así en un nuevo capítulo de la puja entre la Casa Rosada y los gobernadores, con el federalismo en el centro del debate.