Aunque el Gobierno celebró una reducción en los índices de pobreza e indigencia, el último informe del INDEC revela un dato alarmante: casi el 50% de los niños y adolescentes en Argentina vive en hogares por debajo de la línea.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó este jueves el informe de incidencia de la pobreza y la indigencia correspondiente al primer semestre de 2025. Según los datos, la pobreza alcanzó al 31,6% de la población, mientras que la indigencia se ubicó en 6,9%. A pesar de la baja respecto a mediciones previas, los números significan que 9,5 millones de argentinos aún no pueden costear la Canasta Básica Total (CBT), de los cuales 2,1 millones se encuentran en situación de indigencia.
En términos de hogares, el relevamiento de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) reveló que 2,5 millones de familias no logran cubrir el costo de la canasta. Esto equivale a que más de 3 de cada 10 argentinos siguen siendo pobres, un dato que refleja la magnitud del problema social a nivel nacional.
El informe marca, sin embargo, una diferencia significativa frente a las cifras récord de la actual gestión. Cabe recordar que durante el primer semestre de 2024, en plena crisis inflacionaria, la pobreza había trepado al 52,9%, con más de la mitad de la población bajo la línea. El retroceso actual significa el nivel más bajo de la llamada Era Milei, aunque todavía se mantiene por encima de los índices registrados en los mejores momentos de las presidencias de Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner (CFK).
Uno de los aspectos más alarmantes del reporte es la distribución por edad. Entre niños y adolescentes de hasta 14 años, la pobreza alcanzó el 45,4%, casi la mitad de este grupo. Entre jóvenes de 15 a 29 años, el índice descendió al 37%, mientras que en adultos de 30 a 64 años se ubicó en 27,7%. La tasa más baja corresponde a mayores de 65 años, con 10,8%.
En cuanto a la dimensión geográfica, el Noreste argentino presentó la mayor incidencia con 39% de pobreza, mientras que en el Gran Buenos Aires la cifra fue del 31,5%, en línea con el promedio nacional.