
River llega al Superclásico de este domingo con la chance de meterse en los libros grandes del fútbol argentino. El partido, que comenzará a las 16:30 en la Bombonera, puede valer algo más que un triunfo y tres puntos: si el equipo de Núñez vuelve a ganarle a Boca como visitante, alcanzará una racha que no consigue desde hace casi medio siglo.
La última vez que River celebró tres victorias consecutivas en la Bombonera fue entre 1975 y 1976, en tiempos de Ángel Labruna y de un equipo que marcó una época. Aquel ciclo quedó grabado como uno de los mayores golpes de autoridad en la casa del clásico rival: 2-1 en el Metropolitano 75, otro 2-1 en el Nacional del mismo año y un 1-0 cerrado en el Metropolitano 76. Esa secuencia no solo significó dominio, sino también una presencia constante en territorio ajeno: River llegó a estar cinco partidos seguidos sin perder allí, algo que Boca recién pudo cortar en 1978.
Casi cincuenta años después, la historia vuelve a abrir la puerta. River ganó las últimas dos veces que visitó la Bombonera y en contextos muy distintos, lo que potencia todavía más la construcción de esta racha. Primero, fue el 2-0 en la Copa de la Liga 2023, en un partido marcado por la rotación de Boca pensando en la Libertadores. Después, el 1-0 de 2024, con gol de Manuel Lanzini, llegó en una Bombonera exigida y con River jugando con muchos suplentes, porque la agenda de la Copa también los apretaba a ellos. Dos triunfos distintos, pero igual de pesados.
Por eso, lo que está en juego este domingo es algo más que el orgullo. Si River vuelve a imponerse en la Bombonera, igualará aquella seguidilla legendaria de los años setenta y quedará a un paso de repetir el mejor invicto de su historia en ese estadio. No es solo un clásico: es una oportunidad de tocar un capítulo que parecía reservado al pasado.
La pelota todavía está quieta. La historia, no.