El dólar oficial volvió a subir y el blue alcanzó un nuevo récord este martes 21 de octubre. Las declaraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, provocaron un salto inmediato en todas las cotizaciones, pese al reciente anuncio del swap entre ambos países. La incertidumbre domina el mercado y crece el temor por nuevas intervenciones del Gobierno norteamericano.

El mercado cambiario argentino arrancó la semana en estado de alerta. El dólar oficial abrió con una suba de 10 pesos y cotiza a $1.495, mientras el dólar blue se disparó a $1.525, su valor más alto en lo que va del mes. En tanto, los dólares financieros también avanzan con fuerza: el MEP se negocia a $1.544 y el Contado con Liquidación (CCL) trepa hasta $1.560.
El movimiento se produjo apenas horas después de las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien aseguró que “Estados Unidos acompañará la estabilización argentina, pero no a cualquier costo”. La frase, interpretada por los analistas como un mensaje de condicionamiento al Gobierno de Javier Milei, generó una inmediata reacción en los mercados locales.
El swap con EE.UU. no logró calmar las tensiones
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) había anunciado el lunes la firma preliminar de un acuerdo de swap con Estados Unidos, una medida que buscaba reforzar las reservas y enviar una señal de confianza. Sin embargo, el efecto fue el contrario: el mercado interpretó que el apoyo norteamericano podría implicar mayores exigencias fiscales y monetarias.
Lejos de calmarse, el dólar mayorista abrió este martes a $1.477, apenas por debajo del techo de la banda cambiaria. “El mercado está totalmente sensible. Cualquier declaración de Washington puede mover el tipo de cambio más que una medida del propio Banco Central”, señaló un operador cambiario consultado por Infolítica.
Los analistas coinciden en que el principal temor radica en una eventual intervención directa del Tesoro estadounidense mediante la compra de pesos en la plaza local, algo que podría alterar las reglas del mercado y profundizar la volatilidad.
Qué pasa con el dólar blue
En medio de esta tensión, el dólar blue volvió a ser protagonista. Este martes cotiza a $1.485 para la compra y $1.525 para la venta, aunque en algunas cuevas del microcentro porteño ya se paga hasta $1.530.
El blue, también llamado dólar paralelo, es el precio de la divisa estadounidense en el mercado informal. A diferencia del oficial, no tiene regulación ni límites en la cantidad de operaciones, lo que lo convierte en un termómetro de la desconfianza económica. Su valor se define por la oferta y demanda y suele dispararse en contextos de incertidumbre o falta de acceso a los dólares oficiales.
“Lo que estamos viendo no es una simple suba estacional. Hay pánico en los operadores, y el mensaje de Bessent fue interpretado como una advertencia geopolítica”, indicó una fuente del sector financiero.
Los financieros también se recalientan
El dólar MEP, obtenido mediante la compraventa de bonos argentinos, trepa a $1.559,40, mientras el dólar CCL, que permite girar divisas al exterior, se ubica en $1.569. Ambos instrumentos, legales y operados en el mercado bursátil, registran movimientos inusuales desde el inicio de la semana.
“El mercado está testeando hasta dónde puede llegar la brecha cambiaria”, explican los operadores. Con el blue y los financieros acercándose peligrosamente al 10% de diferencia respecto al oficial, los analistas temen una nueva ola de especulación que podría presionar aún más la inflación.
Un escenario de incertidumbre total
El clima económico se tornó sombrío. En las últimas horas, varias casas de cambio informaron demoras en las operaciones y caída de plataformas digitales por exceso de demanda. El BCRA, en tanto, aún no anunció medidas adicionales para contener la escalada.
Los economistas advierten que si el dólar oficial supera los $1.500, el traslado a precios será inmediato. “Hay una expectativa de devaluación inminente. El mercado no cree que el swap alcance para sostener el tipo de cambio”, advirtió un informe privado.
Mientras tanto, las palabras de Bessent siguen resonando en los despachos oficiales. El mensaje fue claro: Estados Unidos apoya, pero observa. Y en ese contexto, el dólar argentino vuelve a reflejar, una vez más, el pulso del miedo.