Durante más de una hora, la PFA publicó en su cuenta oficial de X mensajes que invitaban a invertir en la moneda digital $MIRA. El hecho fue atribuido a un ataque informático internacional y ya quedó judicializado.

El Gobierno de Javier Milei vuelve a quedar envuelto en un escándalo vinculado a las criptomonedas. En esta ocasión, no fue el propio Presidente quien difundió una moneda digital de dudosa procedencia, sino la cuenta oficial de la Policía Federal Argentina (PFA) en X, que apareció promocionando una shitcoin llamada $MIRA.
Durante más de una hora, el perfil institucional de la fuerza publicó al menos tres mensajes en los que invitaba a traders, stakers y coleccionistas de NFT a invertir en el nuevo token. Rápidamente, los usuarios comenzaron a sospechar de un hackeo, aunque el silencio oficial alimentó las dudas sobre la autenticidad de la promoción.
La explicación llegó recién después de que los posteos fueran eliminados. En un comunicado difundido por la propia PFA, la institución reconoció que había sido víctima de un “ataque informático internacional” cuyo objetivo fue manipular su identidad y difundir mensajes indebidos.
El texto aclaró que, tras detectar la intrusión, se activaron los protocolos de ciberseguridad y se logró recuperar el control de la cuenta en forma rápida y total. Además, el organismo informó que el hecho ya fue judicializado y que se trabaja para identificar y sancionar a los responsables.
“La Policía Federal Argentina reafirma su compromiso con la seguridad de la información y la transparencia. Todas las comunicaciones emitidas desde este momento corresponden a la administración legítima de la institución y deben ser consideradas como oficiales”, concluyó el comunicado.
El episodio generó nuevas críticas hacia el Gobierno de Milei, ya que se suma a la controversia por el criptoescándalo del token $LIBRA, que involucró a figuras cercanas al Presidente y cuya investigación judicial aún continúa. La combinación de hackeos, shitcoins y operaciones digitales alimenta la desconfianza social en torno a la seguridad institucional y a los vínculos del oficialismo con el mundo cripto.