Milei retrasa definiciones clave mientras se apoya en Karina Milei y Santiago Caputo para sostener la gestión.

El contundente resultado de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas —que le permitió asegurar un tercio en ambas cámaras— no trajo calma al Gobierno. Por el contrario, mientras el oficialismo celebra el triunfo, Javier Milei decidió frenar los cambios en el Gabinete, una medida que revela la fragilidad interna y las tensiones en su círculo de poder.
En la previa de los comicios, en Casa Rosada se daban por descontadas modificaciones en ministerios clave y hasta se evaluaba el desembarco formal de Santiago Caputo como figura central del esquema político. Sin embargo, el Presidente resolvió aplazar todas las definiciones “hasta conocer el nuevo equilibrio del Congreso”, admitiendo que necesitará alianzas para avanzar con su paquete de reformas laborales, previsionales y tributarias.
En diciembre, Patricia Bullrich, Luis Petri y Manuel Adorni dejarán sus cargos para asumir funciones legislativas, pero aún no hay reemplazos confirmados. La indefinición alimenta la incertidumbre dentro del gabinete, donde crecen las disputas internas por poder y visibilidad.
Pese a los rumores, Guillermo Francos conservará su lugar como jefe de Gabinete, mientras Milei se refugia en su entorno más cerrado. “Los arquitectos de todo esto”, dijo al referirse a Karina Milei y Santiago Caputo, los dos nombres que hoy concentran el verdadero comando político del Gobierno.