Con las reservas en caída libre y vencimientos por más de US$3.000 millones este año, el Presidente Milei apuesta a un salvataje financiero de Estados Unidos para evitar una crisis mayor.

El presidente Javier Milei arribó este martes a Estados Unidos para participar de la 80º Asamblea General de la ONU y encarar una agenda decisiva en medio de la asfixia económica. El libertario se reunirá con Kristalina Georgieva, titular del FMI, y mantendrá un encuentro bilateral con Donald Trump, a quien busca convencer para lograr una asistencia directa desde Washington.
La visita ocurre en un contexto alarmante: en apenas tres días, el Banco Central debió quemar más de 1.100 millones de dólares para contener el tipo de cambio oficial, dejando en evidencia la fragilidad de las reservas.
El respaldo del Tesoro estadounidense, a través de Scott Bessent, alimentó la posibilidad de activar el Exchange Stabilization Fund, un mecanismo para inyectar divisas frescas. “Estamos dispuestos a hacer lo necesario para apoyar a la Argentina”, aseguró Bessent, aunque sin detalles concretos.
Mientras tanto, la cuenta regresiva avanza. El Gobierno debe afrontar vencimientos superiores a los 3.000 millones de dólares este año y, lejos de una salida estructural, la estrategia oficial parece ser la misma: tomar nueva deuda para pagar la vieja.