Trabajadores del hospital pediátrico exigen recomposición salarial y denuncian amenazas a residentes. Se movilizan al Congreso y no descartan nuevas medidas.
Los trabajadores del Hospital Garrahan iniciarán este martes un paro de 48 horas en reclamo de una urgente recomposición salarial. La medida fue ratificada tras el silencio del Gobierno de Javier Milei ante los pedidos del personal.
La protesta incluirá una movilización al Congreso el miércoles a las 11. También participarán de una nueva audiencia convocada por la Secretaría de Trabajo, antes de dirigirse a Plaza de Mayo.
La Junta Interna de ATE denunció amenazas a médicos residentes, quienes debieron suspender sus protestas. “No nos dejen solos”, publicaron en redes, apelando al respaldo social.
Reclamos por salarios y condiciones laborales
“El gobierno intentó cerrar el conflicto con una extorsión a residentes, amenazados con despidos. Pero el paro se profundizó”, explicó Alejandro Lipcovich, secretario general de ATE Garrahan.
El dirigente remarcó que más del 90% del hospital continúa en lucha. “La semana pasada hubo un paro enorme y ahora vamos a 48 horas sin respuesta”, detalló.
También cuestionaron el bono anunciado por el Gobierno, dirigido solo a residentes. “No responde a su reclamo ni al del resto del personal, para quien no hubo propuesta”, advirtieron.
Amenazas y telegramas a los residentes
La Asociación de Profesionales y Técnicos denunció presiones directas del Ejecutivo y de las autoridades del hospital. Carolina Goedelman, jefa de clínica en Hematología, brindó detalles en declaraciones radiales.
“Primero les dijeron a los jefes que contratarían pediatras para reemplazarlos. Luego llegaron los telegramas con amenazas de despido”, aseguró.
“Les dijeron verbalmente que los despidos estaban escritos y se iban a enviar si no levantaban las medidas. Fue una amenaza clara”, enfatizó.
Sin oferta ni diálogo real
Goedelman también criticó el rol del Ministerio de Trabajo en la última audiencia. “No hubo nadie con capacidad de decisión. Nos ofrecieron nada”, sentenció.
Señaló que el Ministerio de Salud, empleador directo, ni siquiera estuvo representado en el encuentro. “Nos fuimos con las manos vacías”, lamentó.
Advirtió sobre una posible fuga de profesionales si no hay una recomposición urgente. “Formar a un trabajador del Garrahan lleva años. No se reemplaza de un día para otro”, advirtió.
Clima tenso en el hospital pediátrico
La tensión en el Garrahan crece en paralelo al ajuste del Gobierno nacional en el área de salud. Las amenazas y la falta de respuestas profundizan el conflicto.
“Nos gobiernan personas sin formación ni sensibilidad social, pero con muchos seguidores en redes”, disparó Goedelman. El conflicto promete escalar si no hay cambios inmediatos.
