El Gobierno se endeuda por otros 2.000 millones de dólares y reconoce que necesita vender activos públicos para cumplir con el FMI

En una muestra de creciente fragilidad financiera, el Gobierno de Javier Milei selló un nuevo préstamo por 2.000 millones de dólares, al tiempo que el ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que evalúa vender activos estatales por “miles de millones de dólares” con el único objetivo de sumar divisas y cumplir con las metas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Otro REPO millonario para sostener las reservas
Este miércoles, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) concretó una nueva operación de pase pasivo (REPO) con siete bancos internacionales. La maniobra representa un nuevo endeudamiento por 2.000 millones de dólares, destinados exclusivamente a engrosar las reservas en una carrera contrarreloj.
El préstamo tiene un plazo de dos años y cuatro meses, con vencimiento en abril de 2027. La tasa de interés es alarmante: 8,25% anual, compuesta por la tasa SOFR más un margen de 4,5%. Como garantía, se entregaron bonos Bopreal Serie 1-D, y se amplió el número de entidades participantes, cuyos nombres se mantienen en reserva.
Con este nuevo endeudamiento, la deuda total tomada por la actual gestión asciende a 29.100 millones de dólares, mientras que las reservas brutas apenas rondan los 38.000 millones. El margen de maniobra es cada vez más estrecho.
Reapertura del BONTE 2030 y más deuda en camino
Simultáneamente, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció la reapertura del Bono del Tesoro Nacional BONTE 2030 por otros 500 millones de dólares. Esta colocación permite ingresar dólares, pero los pagos se realizan en pesos.
La licitación se realizará este viernes 13 de junio y estará habilitada para inversores tanto locales como extranjeros. Se trata de una emisión recurrente, ya que Caputo anticipó colocaciones mensuales por 1.000 millones de dólares, en busca de un salvavidas financiero externo.
Objetivo FMI: una carrera que el Gobierno corre cuesta arriba
Estas maniobras desesperadas forman parte de la “Fase 3” del plan económico de Milei, anunciado el 11 de abril, y cuyo principal objetivo es cumplir con la acumulación de reservas exigida por el FMI.
La revisión del organismo, originalmente pautada para el 11 de junio, fue postergada por pedido del Palacio de Hacienda al 30 de julio, ante el evidente incumplimiento de metas. El BCRA debe sumar 4.500 millones de dólares en reservas durante el primer semestre, pero aún está lejos de alcanzarlas.
Desde que se firmó el nuevo acuerdo con el Fondo, las reservas brutas crecieron 14.330 millones de dólares, pero el país se endeudó en 15.409 millones en ese mismo período. El saldo es negativo: una pérdida neta de 1.079 millones de dólares en menos de dos meses.
Se vienen pagos por 4.400 millones… y el mercado no responde
A este panorama se suma otro dato preocupante: el próximo 9 de julio, el Gobierno deberá afrontar el pago de 4.400 millones de dólares por amortización y renta de bonos Globales y Bonares. Si bien no se esperan problemas de pago inmediato, los bonos no repuntan, a pesar del esfuerzo oficial por estabilizar el tipo de cambio sin intervenir con reservas.
La estrategia apunta a evitar la venta directa de dólares del BCRA, condición impuesta por el FMI, pero cada vez cuesta más sostener esa línea sin generar ruido en los mercados.
¿Venta de bienes del Estado? El último recurso de Caputo
En un giro que expone la magnitud de la urgencia fiscal, el propio Caputo confirmó que en la Casa Rosada se analiza vender activos públicos “por miles de millones de dólares”. La medida —hasta ahora sin precisiones— sería una vía extraordinaria para evitar un colapso en las metas del acuerdo con el Fondo.
El mensaje es claro: sin reservas genuinas ni superávit comercial, el Gobierno apuesta a más deuda y privatizaciones forzadas para sostener la economía en pie