En medio de la incertidumbre electoral y la presión del mercado, el ministro Luis Caputo tomó la decisión que el Banco Central endurezca las restricciones a los bancos para frenar el dólar. Las nuevas medidas profundizan el ajuste financiero y reflejan el temor oficial a una corrida cambiaria.
En medio de la escalada cambiaria y la incertidumbre electoral, Caputo enfoca sus cañones para contener la situación del dólar. Fue así que el Banco Central impuso nuevas trabas a las entidades financieras. La medida deja expuesta la estrategia electoral que sostendrán hasta octubre, pero tembién refleja una tensión en el mercado y el temor oficial a un salto mayor en la cotización.
Las medidas de emergencia de Caputo
Con el dólar en el centro de las preocupaciones económicas, el Gobierno endureció su estrategia para evitar sobresaltos en la previa de las elecciones de octubre. Este viernes, el Banco Central (BCRA) emitió una circular que limita las operaciones de los bancos, prohibiéndoles aumentar su “Posición de contado diaria” en moneda extranjera el último día hábil del mes frente al saldo previo.
La decisión llega en una jornada clave por el vencimiento de contratos de dólar futuro, escenario que suele generar movimientos especulativos. El objetivo es frenar el avance del billete verde y contener la volatilidad, aunque para el mercado refleja una señal de nerviosismo oficial ante la falta de dólares.
Los puntos críticos de la resolución del BCRA
- Control diario de la posición global: Desde el 1° de diciembre de 2025, las entidades deberán cumplir a diario con el límite sobre la “Posición global neta negativa de moneda extranjera”.
- Tope del 30% sobre la RPC: A partir de la misma fecha, cuando la posición en dólares sea negativa, no podrá superar el 30% de la Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC) del mes anterior.
- Prohibición inmediata de aumentos: De manera inmediata, se bloquea cualquier intento de incrementar la posición de contado en moneda extranjera al cierre de cada mes.
Un mercado cada vez más asfixiado
Las nuevas restricciones profundizan el ajuste financiero. Con más encajes, tasas altísimas e inmovilización del 53,5% de los depósitos, el Gobierno busca secar la plaza de pesos y sostener al dólar. Sin embargo, la presión cambiaria no cede y crecen los temores de un salto brusco en el tipo de cambio.
En un clima electoral tenso, la Casa Rosada redobla su ofensiva contra el sistema financiero, pero los analistas advierten que las medidas podrían intensificar la desconfianza y agravar la inestabilidad económica.
