Un informe de Deuco reveló que los aumentos de tarifas superan ampliamente la suba de haberes mínimos.

La organización Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco) alertó sobre una preocupante realidad: más de cinco millones de jubilados enfrentan pobreza energética. Según su último informe, el haber mínimo jubilatorio aumentó 180,5% entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, mientras que las tarifas de servicios públicos crecieron hasta un 505% en el mismo período.
El informe señaló que los jubilados que cobran la mínima destinaban un 6,2% de sus ingresos a servicios esenciales en diciembre. Hoy, ese porcentaje subió a un 10,5%. Esto implica una carga económica desproporcionada que compromete seriamente el acceso a servicios básicos como luz, gas y agua.
El informe detalló que la factura de electricidad para un consumo mínimo pasó de $1.227 a $7.437 en cinco meses. El gas natural subió de $1.488 a $7.056 y el agua de $3.816 a $16.732. El gasto total en estos tres servicios pasó de $6.532 a $31.225, un incremento del 378% para quienes más lo sienten.
El impacto de la pobreza energética
La pobreza energética se define cuando más del 10% del ingreso se destina a pagar servicios básicos. Según Deuco, esta condición afecta actualmente a millones de jubilados argentinos. Esta situación limita su calidad de vida y agrava otras problemáticas cotidianas.
A la presión de las tarifas se le suman otros factores: el costo creciente de los alimentos, los alquileres y la reducción en la cobertura de medicamentos del PAMI. Para quienes tienen ingresos fijos, estos aumentos implican decisiones dolorosas.
Pedro Bussetti, presidente de Deuco, advirtió que los gastos mínimos en servicios de comunicación —telefonía, internet y TV— ya rondan los $20.000. Además, los medicamentos subieron 172% en un año. La pobreza energética es parte de un cuadro más amplio de vulnerabilidad estructural.