El cielo nos propone un juego de espejos entre lo que muere y lo que nace. El eclipse solar en Virgo, el equinoccio y el ingreso del Sol en Libra marcan una semana cargada de simbolismo, que puede sentirse tanto en lo personal como en lo colectivo.
La semana abre con un cielo que parece sostener la respiración del mundo. Un eclipse solar parcial en Virgo ha oscurecido la luz del Sol justo en la antesala del equinoccio, recordándonos que cada comienzo requiere un final, que toda claridad nace después de un instante de sombra. Como un reloj cósmico, el eclipse marca el pulso de lo que debe ser depurado: hábitos gastados, rutinas oxidadas, exigencias que ya no tienen sentido. Virgo, signo de lo cotidiano y lo esencial, actúa como un bisturí invisible que corta con precisión aquello que intoxica el día a día.
En el mismo instante en que la luz se retira parcialmente, el Sol cruza el umbral de Libra, y el equinoccio de primavera en el sur y de otoño en el norte nos recuerda que el equilibrio es un arte, no un estado fijo. Es el momento en que la naturaleza revela su dualidad: luz y sombra en igual medida, invitándonos a hacer lo mismo con nuestra vida. No se trata de elegir un extremo, sino de aprender a sostener el centro en medio de fuerzas opuestas.
Mientras tanto, Venus transita Virgo, y su influencia transforma el amor y los valores en algo concreto, útil, palpable. El afecto ya no se mide en grandes gestos sino en los detalles mínimos: en el cuidado, en el respeto, en la palabra precisa. Venus aquí también nos advierte sobre el riesgo de la crítica excesiva, esa voz interna que exige perfección sin descanso. El consejo es claro: cultivar ternura en lo pequeño, valorar la imperfección como parte de la belleza.
Por su parte, Mercurio en Libra otorga diplomacia a la palabra. Allí donde antes había tensión, ahora puede surgir diálogo; donde hubo imposición, aparece la posibilidad del acuerdo. Es tiempo de conversaciones honestas, pero dichas con tacto y equilibrio. En lo colectivo, esta influencia puede abrir puertas a pactos, negociaciones, discusiones públicas que busquen justicia. En lo íntimo, invita a revisar la forma en que nos comunicamos con quienes amamos.
El eclipse, sin embargo, no deja todo en calma. Como toda sombra, puede remover lo oculto: rutinas que ya no sostienen, sistemas sociales que colapsan, estructuras laborales que muestran su fragilidad. En el plano personal, puede sentirse como cansancio, vulnerabilidad o la necesidad de cerrar ciclos que pesan. Lo social vibra al mismo ritmo: demandas de mayor equidad, discusiones sobre condiciones de vida y de trabajo, preguntas sobre qué modelo de organización realmente sostiene el bienestar.
Transitar esta semana implica aceptar que no es tiempo de certezas absolutas, sino de observación y ajuste. El consejo es no tomar decisiones definitivas bajo el influjo del eclipse; más bien, observar lo que la sombra revela y esperar a que la luz vuelva para actuar. En lo práctico, es un momento ideal para limpiar el espacio físico y mental: ordenar, descartar lo innecesario, dar aire nuevo a lo cotidiano. Un ritual simple puede ayudar: escribir en un papel lo que se desea soltar —hábitos, pensamientos, vínculos—, quemarlo con conciencia y luego sembrar una semilla, como gesto de compromiso con lo que vendrá.
La energía de Libra recuerda que toda relación, ya sea con otros o con uno mismo, necesita equilibrio. Y ese equilibrio no siempre es simétrico ni cómodo: a veces consiste en reconocer que lo justo no coincide con lo fácil, sino con lo que calma el alma.
La semana, en suma, se vive como un pasaje liminal: un eclipse que oscurece lo viejo, un equinoccio que abre el portal a lo nuevo, Venus pidiendo cuidado en lo pequeño y Mercurio ofreciendo diálogo como puente. El mundo se detiene un instante entre la sombra y la luz para recordarnos que cada decisión cotidiana es un acto sagrado, que cada gesto en lo invisible moldea el destino.
Quien transite este tiempo con consciencia, sin aferrarse a lo que muere ni apresurarse a lo que nace, podrá descubrir que este tramo del cielo no es un obstáculo, sino un umbral: una invitación a purificar lo vivido y a sembrar lo que aún está por florecer.
Los signos y su carta de tarot
Aries (21/3 al 20/4) El Carro: alineación y precisión, Aries. El eclipse en Virgo sacude tus rutinas, Aries, como un llamado a ordenar el camino antes de seguir corriendo. El equinoccio en Libra te recuerda que avanzar no siempre significa acelerar, sino elegir con sabiduría qué batallas valen la pena. Venus en Virgo pide cuidar la manera en que amas en lo cotidiano, mientras Mercurio en Libra te ayuda a dialogar con suavidad. El Carro marca movimiento y decisión: esta semana, puedes dar un paso importante, pero solo si alineas mente y corazón. Consejo: no es tiempo de atropellar, sino de guiar tu fuego con dirección clara.
Tauro (21/4 al 21/5) La Luna: orden y escucha activa, Tauro. El eclipse te obliga a revisar lo que dabas por estable: como si la sombra revelara grietas en tu seguridad cotidiana. El equinoccio en Libra te invita a buscar balance en tu cuerpo y tu trabajo, sin exigirte más de lo que puedes dar. Con Venus, tu regente, en Virgo, el amor se expresa en pequeños detalles, aunque el riesgo de crítica excesiva está presente. La Luna te advierte sobre ilusiones o miedos que pueden nublar la visión; confía más en la intuición que en el control. Consejo: escucha tus sueños y señales, porque allí está la claridad que tu mente no logra ver aún.
Géminis (22/5 al 21/6) La Rueda de la Fortuna: soltar para caminar liviano, Géminis. El eclipse en Virgo te empuja a cuestionar la base sobre la que construyes tu vida diaria. Mercurio, tu regente, desde Libra, potencia tu capacidad de conectar con otros a través de la palabra justa y el acuerdo. Venus en Virgo exige coherencia entre lo que dices y lo que haces. La Rueda de la Fortuna indica que esta semana será un ciclo de giros inesperados: no intentes controlar todo, deja que la vida muestre sus propios cambios. Consejo: fluye con los movimientos y confía en que cada giro, incluso el incierto, te acerca a tu destino.
Cáncer (22/6 al 22/7) El Juicio: empatía y conexiones fuertes, Cáncer. El eclipse remueve tus emociones profundas, Cáncer, como una marea que sube y baja en tu interior. El equinoccio en Libra pone luz sobre el hogar y las relaciones más cercanas, invitándote a buscar equilibrio en lo que das y recibes. Venus en Virgo pide cuidar a quienes amas en lo pequeño y tangible. El Juicio aparece como carta de despertar: es momento de ver con claridad lo que antes evitabas y renacer desde esa verdad. Consejo: no huyas de lo que emerge; escucha ese llamado interior, porque allí está tu liberación.
Leo (22/7 al 22/8) El Colgado: cambiar el foco para comprender nuevas cosas, Leo. El eclipse en Virgo puede sentirse como una pausa en tu brillo: un instante en el que la vida te pide detenerte para ver desde otra perspectiva. El equinoccio en Libra trae equilibrio a tus relaciones, y Venus en Virgo señala que el amor se demuestra en hechos, no en discursos grandilocuentes. El Colgado muestra que esta semana el aprendizaje es la paciencia: suspender el ego, cambiar la mirada y aceptar que no siempre controlas el ritmo de los acontecimientos. Consejo: rinde tu orgullo y observa; la claridad llegará al soltar la prisa.
Virgo (23/8 al 22/9) La Templanza: nuevas perspectivas y nuevos puntos de equilibrios, Virgo. El eclipse en tu signo es como un espejo que refleja lo que ya no puedes cargar. Puede sentirse intenso, pero también es una oportunidad de purificación. Venus en tu signo amplifica la necesidad de orden en el amor y la vida diaria. El equinoccio en Libra abre la puerta a un equilibrio nuevo: menos control, más confianza en los procesos. La Templanza te guía hacia la armonía: mezcla opuestos, suaviza tensiones, encuentra el punto medio entre exigencia y descanso. Consejo: dedica tiempo a prácticas de calma, respiración, silencio y naturaleza para mantenerte centrado.
Libra (23/9 al 22/10) El Mago: revelaciones y claridad, Libra. Con el Sol entrando en tu signo y el equinoccio marcando tu inicio de ciclo, Libra, esta semana es un renacimiento. El eclipse en Virgo revela lo que debes cerrar antes de abrir lo nuevo, y Mercurio en tu signo te da palabras exactas para expresarte. El Mago aparece como símbolo de potencial: tienes las herramientas para crear lo que sueñas, pero debes usarlas con conciencia. En lo personal, es tiempo de tomar iniciativa; en lo laboral, de iniciar proyectos con claridad. Consejo: confía en tu capacidad de manifestar, pero recuerda que el equilibrio será tu mejor aliado.
Escorpio (23/10 21/11) El Ermitaño: aprende a que todo es en la medida justa, Escorpio. El eclipse remueve tu mundo interno, invitándote a soltar viejas estructuras. El equinoccio en Libra te recuerda que no todo es intensidad: también necesitas aprender a equilibrar tus vínculos. Venus en Virgo pide autenticidad en el amor, lejos de dramas innecesarios. El Ermitaño señala que esta semana será de introspección: busca respuestas en la quietud, no en la acción apresurada. Consejo: escucha tu sabiduría interna, aunque implique retirarte un momento del ruido externo.
Sagitario (23/11 al 21/12) El Diablo: deja de atarse a pasiones e ideas que son radicales, sagitario. El eclipse en Virgo toca tu área de proyectos y futuro, Sagitario, y puede mostrarte dependencias o ataduras que limitan tu expansión. El equinoccio en Libra abre un espacio para alianzas, pero cuidado con idealizar a los otros. Venus en Virgo pide que tu entusiasmo también se vuelva práctico y realista. El Diablo es tu carta esta semana: revela cadenas invisibles, deseos intensos y pasiones que pueden dominarte si no las reconoces. Consejo: no temas mirar tus sombras; al hacerlo, recuperarás la libertad
Capricornio (22/12 al 20/1) La Torre: no todo lo que se derrumba es malo, aprende a guiar tu transformación, capricornio. El eclipse puede sentirse como un derrumbe de estructuras que parecían firmes. El equinoccio en Libra ilumina tu camino profesional y tu búsqueda de justicia, pero también te recuerda que no puedes sostener todo a cualquier costo. Venus en Virgo favorece relaciones estables, aunque exige orden y compromiso real. La Torre llega como carta de transformación radical: lo que se derrumba abre espacio a algo más auténtico. Consejo: no resistas los cambios; abraza el derrumbe como preludio de una nueva construcción.
Acuario (21/1 al 19/2) El sumo sacerdote: momento de pensar los vínculos que sostenes, Acuario. El eclipse en Virgo te invita a replantear creencias y vínculos con el conocimiento, Acuario. El equinoccio en Libra abre caminos de diálogo y acuerdos, tanto en lo social como en lo personal. Venus en Virgo pide que tus ideales se concreten en acciones. El sumo sacerdote aparece como guía espiritual y social: es tiempo de aprender, enseñar y compartir sabiduría, pero sin imponer dogmas. Consejo: busca maestros, comunidades o prácticas que te den sostén, y recuerda que lo espiritual también se encuentra en lo cotidiano.Piscis (20/2 al 20/3)El Loco: confía en ti y deja el drama, Piscis. El eclipse en Virgo ilumina tus relaciones, mostrando lo que no está equilibrado. El equinoccio en Libra te invita a profundizar en la intimidad, a soltar lo que ya no suma. Venus en Virgo pide paciencia y realismo en el amor. El Loco surge como carta de nuevos comienzos: esta semana puedes dar un salto inesperado, abrirte a caminos distintos, pero sin perder la conexión con tu intuición. Consejo: atrévete a confiar, aunque no veas todo el recorrido; lo nuevo se abre al soltar el miedo.
