El Gobierno de Milei dispuso que los bancos utilicen parte de los depósitos de sus clientes para adquirir un bono del Tesoro que vence en noviembre. La medida busca contener la suba del dólar, pero genera alarma en el sistema financiero y aumenta la incertidumbre entre los ahorristas.

El Gobierno a cargo de Javier Milei confirmó este jueves una decisión que podría generar tensiones significativas en el sistema financiero argentino: obligar a los bancos a utilizar fondos de sus clientes para comprar un bono del Tesoro con vencimiento en noviembre, posterior a las elecciones legislativas. La medida busca frenar la escalada del dólar, pero preocupa a inversores y ahorristas por los riesgos que implica para la liquidez de las entidades financieras.
La acción se implementó mediante dos medidas: el Banco Central endureció los encajes —el dinero que los bancos deben mantener inmovilizado— y la Secretaría de Finanzas puso a disposición un único bono para cumplir con la norma. Analistas advierten que esta doble intervención refleja la creciente incertidumbre sobre la política monetaria del Gobierno de Javier Milei, el ministro Luis Caputo y el presidente del BCRA, Santiago Bausili.
“Esto no puede terminar bien”, alertó una fuente calificada del mercado tras analizar la normativa y el fracaso en la licitación de deuda del miércoles, donde solo se logró renovar el 61% de los 15 billones de pesos buscados.
Milei pone en riesgo a los ahorristas
La medida generó preocupación entre los bancos y los ahorristas. La posibilidad de una salida masiva de depósitos hacia la compra de dólares podría afectar la solvencia de algunas entidades. A pesar de rendimientos en pesos que triplican la inflación, la incertidumbre post-elecciones impulsa la dolarización del ahorro.
Creciente demanda de dólares
Desde la apertura parcial del cepo a mediados de abril hasta junio, los ahorristas compraron 6.726 millones de dólares, con un aumento notable en julio y agosto. Este jueves, las entidades demandaron 114 millones de dólares en billetes para responder a retiros, la mayoría provistos por el BCRA, evidenciando la presión sobre el sistema.
Más presión sobre la liquidez
La nueva normativa del BCRA exige que bancos, billeteras virtuales y fondos comunes de inversión cumplan diariamente con el Efectivo Mínimo, en lugar de hacerlo como promedio semanal o mensual. Además, deben compensar de inmediato cualquier déficit acumulado desde agosto.
Se estima que las entidades debían regularizar alrededor de 1,5 billones de pesos, lo que reducirá la oferta de crédito al sector privado. Esto derivará en un aumento del costo del financiamiento para empresas y consumidores, afectando líneas como descubiertos en cuentas corrientes y saldos impagos de tarjetas de crédito.
Restricciones con el bono del Tesoro
El BCRA permitirá integrar hasta el 3% de los encajes en títulos públicos emitidos desde el 18 de agosto. El Tesoro solo ofrecerá una letra con vencimiento el 28 de noviembre, con tasa TAMAR. No obstante, esta integración implica riesgos por la fluctuación del valor de mercado, lo que limita aún más la liquidez.
Impacto inmediato en el mercado
Tras conocerse las medidas, el dólar oficial llegó a bajar por momentos por debajo de $1.300, aunque cerró en $1.310. La tasa de cauciones, que administra la escasa liquidez, trepó hasta 74% en el mercado minorista y 78% en el Mercado Abierto Electrónico, reflejando la tensión en el sistema financiero y el temor de los inversores ante la intervención estatal.