La misión del Fondo Monetario está en Buenos Aires y se reunió con el Gobierno en medio de incumplimientos clave. El Banco Central no logra acumular reservas y multiplica su intervención en futuros, lo que enciende alarmas.

Este martes, una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) arribó a Buenos Aires para iniciar la primera revisión del nuevo acuerdo con Argentina. Aunque el organismo elogió públicamente el plan económico del Gobierno de Javier Milei, la preocupación crece por el fuerte desvío en una de las metas centrales: la acumulación de reservas.

Según el compromiso asumido, el Banco Central (BCRA) debía incrementar sus reservas internacionales en 4.400 millones de dólares antes de esta instancia. Sin embargo, se encuentra unos 3.000 millones por debajo de ese objetivo. A pesar de este incumplimiento, el ministro Luis Caputo continúa utilizando divisas para sostener el precio del dólar y lanzó bonos a tasas bajísimas para recomponer activos, lo que para muchos refleja una situación financiera crítica.

En paralelo, el BCRA confirmó este lunes que vendió casi 1.950 millones de dólares en contratos de futuros durante mayo, cuadruplicando el volumen de meses anteriores. Se trata del tercer mes consecutivo de intervención, algo que sorprende al mercado, ya que el nuevo acuerdo con el FMI sugería un uso prudente de este mecanismo.

Si bien las operaciones a futuro no implican entrega física de dólares, el nivel de exposición preocupa. Para los analistas, la combinación de reservas insuficientes y creciente uso de herramientas de corto plazo podría poner en riesgo la estabilidad cambiaria y tensar aún más la relación con el FMI.