abril 19, 2025 9:42 pm

Francos defendió la deuda y negó la devaluación

El jefe de Gabinete brindó su informe mensual en la Cámara de Diputados

Disociado del termómetro social, mientras afuera cientos de jubilados protestaban y eran reprimidos como cada miércoles, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, leyó su informe ante los diputados de principio a fin, sin sobresaltos y sin salirse una coma del manual libertario. El jefe de ministros negó la devaluación, defendió el endeudamiento  y la motosierra: “Hemos ido [al FMI] porque tenemos éxito”, dijo sin titubear. No mencionó ni una palabra sobre el escándalo de la criptomoneda $Libra, que involucra al Presidente Javier Milei y a su entorno y mantiene en vilo al Congreso. Solo aclaró que las preguntas sobre el tema serán respondidas la próxima semana, cuando regrese para ser interpelado por los diputados. Ajeno a la estridencia de su espacio político, y sin levantar la mirada del texto, Francos esquivó las chicanas y salió indemne.

El jefe de Gabinete volvió al Congreso por tercera vez para cumplir con el artículo 101 de la Constitución y presentar su informe de gestión. Lo hizo en un escenario deslucido, con bancas vacías y un malestar evidente entre los legisladores, que cuestionaron la demora en la entrega de las respuestas escritas: llegaron apenas dos horas antes del inicio de la sesión. Pese a los pedidos del PRO y del MID para reprogramar la jornada —en medio de complicaciones logísticas por el fin de semana largo—, el oficialismo optó por sostenerla. 

La previa del informe estuvo marcada por una discusión reglamentaria que tensó aún más el clima en el recinto. Desde la Jefatura de Gabinete y el oficialismo insistieron en que era necesario alcanzar el quórum para que la sesión pudiera realizarse. Finalmente, con 131 legisladores presentes de todas las fuerzas, se alcanzó el número y la sesión comenzó en medio de reclamos cruzados por la demora en la entrega de las respuestas escritas. Miguel Ángel Pichetto fue el primero en marcarle la cancha al funcionario: “Históricamente, el jefe de Gabinete ha enviado las respuestas al menos 24 horas antes, para permitir las repreguntas y la fluidez del diálogo”, cuestionó el diputado de Encuentro Federal. Francos se escudó en el reglamento: “No es obligatorio para el Poder Ejecutivo”, aunque admitió que “debería ser reglamentado a través de una ley”. 

Otra vez el excel

Con el ruido de fondo de los jubilados reprimidos que marchaban alrededor del Congreso porque sus haberes no les alcanzan, el jefe de Gabinete insistió: “Hoy nos encontramos con un escenario macroeconómico sano, con orden fiscal, monetario y cambiario”, y agregó: “Nos ubicamos entre los pocos países del mundo que no gasta más de lo que recauda”. La reflexión fiscalista y divorciada de la vida de millones de argentinos que a diario padecen las consecuencias  del ajuste fue durante la primera parte de su exposición ante la Cámara de Diputados. El jefe de ministros aseguró además que “en tan solo un año de gestión” el Gobierno logró reducir “14,8 puntos porcentuales el índice de pobreza y casi 10 puntos el de indigencia”. También destacó la desaceleración inflacionaria, aunque la tendencia se interrumpió con el último índice publicado el viernes pasado.

En cuanto al nuevo índice de precios, el informe enviado previamente a los diputados indicaba que “el INDEC finalizó en el mes de marzo de 2025 todos los desarrollos técnicos y metodológicos del nuevo IPC”. Varios legisladores reclamaron precisiones sobre su puesta en marcha. Francos explicó que el presidente optó por postergar su implementación hasta que la inflación se estabilice, para evitar sospechas de manipulación. Y cerró: “Cuando se estabilice la situación, lo haremos”. La narrativa encontró un freno cuando tomó la palabra el diputado Juan Marino de UxP, quien interrumpió el clima monocorde de la exposición para lanzar una crítica directa: “Estamos ante el desgobierno inflacionario del Fondo Monetario Internacional”, disparó.

Negar la evidencia

“No se habló de devaluación. El Gobierno nunca planteó una devaluación”, aseguró Francos, y explicó que lo que existe es “un sistema de bandas para gestionar el tipo de cambio”. Además defendió el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que implica un nuevo endeudamiento por 20 mil millones de dólares. De ese total, 12 mil millones ya ingresaron esta semana.  “No siempre ir al FMI es un fracaso, depende de las circunstancias. Nosotros hemos sobre cumplido las metas del programa y ahora vamos a mejorar el balance del Banco Central. Hemos ido porque tenemos éxito”, argumentó Francos sin titubeos. 

La contradicción entre el relato y la urgencia de dólares quedó expuesta con una pregunta sin respuesta. La número 452 del informe de gestión consultaba: “¿A qué se debe que el Gobierno esté pidiendo préstamos si afirma que la economía está encaminada, que se controló con éxito la macroeconomía y que la inflación está bajando?”. El texto saltea la respuesta y pasa directamente a la pregunta 453.

Reformas previsional y laboral

Antes de su exposición en Diputados, Francos ya había anticipado en una entrevista televisiva que el Gobierno avanzará con una reforma previsional si gana las elecciones. La propuesta coincide con el cronograma delineado por el staff report del FMI, que sugiere impulsar los cambios jubilatorios después de noviembre. Durante su intervención, el jefe de ministros sostuvo que el sistema previsional refleja los niveles de informalidad del mercado laboral: “Hoy hay más jubilaciones por moratoria que por aportes, en una proporción de 2 a 1”, denunció. Y cuestionó a los bloques que promueven su prórroga: “Esto evidencia que estamos ante un sistema deficitario e inviable. No se entiende que este Congreso considere extenderlo”. El cierre de se tramo llegó con una embestida contra los derechos laborales. “El régimen laboral actual impide la generación de empleo genuino y empuja a millones a la informalidad”, sentenció.

El cruce con la oposición

Ya habían pasado más de seis horas de sesión cuando los diputados de Unión por la Patria le recriminaron a Francos su falta poca continuidad en la rendición de cuentas: “Se acumulan las preguntas porque usted viene cuando quiere. Vino dos veces en diez meses. Debería haber respondido 500 preguntas por mes”, le reprochó el jefe de bloque, Germán Martínez. El funcionario no esquivó el golpe, pero eligió un camino menos institucional: respondió con sarcasmo. “Estoy con un problema de acidez gástrica. No sé si es físico o si es producto de los discursos que acabo de escuchar de Unión por la Patria. Debe ser gástrico. Escuché de todo”. Todavía no había visto la oficialización de su citación para el martes siguiente junto con el Ministro de Economía, Luis Andrés Caputo; ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona y el Titular de la CNV, Roberto E. Silva para dar explicaciones por el cripto escándalo.


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