La Policía Federal, la Gendarmería y Prefectura reprimieron ferozmente a los trabajadores estatales que intentaban realizar un acto frente al despacho de Sandra Pettovello, luego de haberse anunciado una nueva ola de despidos. El operativo de las fuerzas de seguridad dejó 15 heridos, entre ellos al titular de ATE Capital, Daniel Catalano.

El próximo 28 de febrero se acerca con una sombra de incertidumbre para 2.800 trabajadores del Ministerio de Capital Humano. Los contratos de estos empleados están a punto de vencerse, y las noticias sobre despidos masivos ya recorren los pasillos del Ministerio. Los trascendidos apuntan a una reducción de entre el 50 % y el 70 % en el área de Desarrollo Humano, lo que desataría un severo ajuste en los servicios sociales.
El panorama no solo afecta a los trabajadores, sino también a los miles de argentinos que dependen de las políticas sociales que se implementan a diario. En respuesta a la ola de despidos, miles de trabajadores estatales se movilizaron hacia las oficinas de la ministra Sandra Pettovello, donde fueron recibidos con un imponente operativo de represión. La protesta, que buscaba visibilizar el reclamo por los derechos laborales, terminó con 15 heridos, algunos de ellos con lesiones graves.
La respuesta desmedida de Pettovello ante la protesta
El operativo de seguridad fue tan desmesurado que, desde temprano, los manifestantes comenzaron a sospechar de la posible represión. Efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura rodearon el edificio del Ministerio, implementando una estrategia de amedrentamiento que incluyó la presencia de policías motorizados. Los manifestantes, principalmente trabajadores de áreas clave como la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia, se encontraron con obstáculos en cada intento de manifestar su descontento.
El clima de tensión se intensificó cuando las fuerzas de seguridad impidieron que los trabajadores estacionaran un camión con altavoces, que utilizarían como escenario para expresar sus demandas. La protesta, que no se permitió realizar en condiciones mínimas de seguridad, fue disuelta en menos de diez minutos con gases lacrimógenos y balas de goma.
Heridos y daños colaterales: la represión en acción
Entre los afectados por la represión se encontraba Daniel Catalano, titular de ATE Capital, quien relató cómo la policía actuó de manera violenta, incluso cuando los manifestantes intentaron realizar su acto con megáfonos. “La policía tenía órdenes de no dejarnos siquiera permanecer en la vereda”, denunció Catalano. La protesta terminó rápidamente, y los trabajadores se vieron obligados a desconcentrarse bajo una constante amenaza de detenciones.
El uso de gases lacrimógenos dejó a varios de los manifestantes gravemente afectados. Decenas de personas fueron asistidas por sus compañeros, quienes les aplicaron leche en la cara para aliviar el ardor y los acompañaron a un hospital. Entre los heridos, se encontraba un trabajador con lesiones en el oído que debió ser derivado a un centro especializado.
El futuro incierto: recorte en el área de Desarrollo Humano
Ingrid Manfred, secretaria general de la Junta de ATE en Desarrollo Social, advirtió sobre las consecuencias de esta ola de despidos. “Estamos frente al exterminio de las políticas sociales”, afirmó. Según su testimonio, el gobierno ya había despedido a 1.800 trabajadores el año pasado, y ahora se planea un nuevo ajuste que dejaría al Ministerio de Capital Humano “a su mínima expresión”.
Con 5.400 trabajadores en el área de Desarrollo Humano, los contratos de 2.800 empleados están por vencer, y el gobierno busca reducir drásticamente el número de empleados en áreas clave. Manfred destacó la importancia de los trabajadores que se desempeñan en programas de asistencia a sectores vulnerables, como los afectados por catástrofes naturales y la pobreza.
El impacto de los despidos: desmantelamiento de políticas clave
Lo que está en juego no solo son los empleos, sino también el acceso de los sectores más empobrecidos a derechos básicos. Las políticas territoriales y el acompañamiento social a las familias más vulnerables se verían gravemente afectados. La denuncia de los trabajadores es clara: el recorte de personal pone en riesgo la implementación de programas esenciales como el envío de alimentos y la atención médica para jubilados. “Lo que está pasando es cruel y es criminal”, concluyó Manfred.
La intervención de Sturzenegger y la crisis fiscal
El ministro de Transformación y Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger, será el encargado de aplicar esta nueva ola de despidos, que se encuentra motivada por la necesidad de ajustar el gasto público en medio de una crisis fiscal. La medida, que podría afectar tanto a trabajadores contratados como a personal de planta, responde a los requerimientos de un gobierno que busca reducir los costos del sector público a toda costa.
La movilización no se detiene: ATE y PAMI en alerta
El rechazo a los despidos no solo se limita al Ministerio de Capital Humano. El jueves pasado, ATE Nacional se movilizó hacia la sede del PAMI, advirtiendo sobre el impacto de las medidas en el funcionamiento de la obra social de los jubilados. Los trabajadores denunciaron que el gobierno de Javier Milei está llevando adelante un vaciamiento sin precedentes en el PAMI, lo que afectaría gravemente la atención de miles de jubilados.
Un ajuste que golpea a los más vulnerables
Mientras el gobierno sigue adelante con su estrategia de recortes, los trabajadores del sector público continúan luchando por defender sus derechos. La protesta contra los despidos masivos refleja una realidad alarmante: un sector público que, lejos de crecer, se ve cada vez más reducido. En este contexto, la movilización y la resistencia serán claves para enfrentar un panorama que amenaza con dejar a los más vulnerables aún más desprotegidos.