La crisis por la promoción del memecoin $LIBRA amenaza con romper el poder presidencial. Acusaciones de coimas y mensajes filtrados debilitan el “triángulo de hierro” del Gobierno.

El escándalo que involucra al presidente Javier Milei y la criptomoneda $LIBRA no deja de crecer. La presunta participación del mandatario en la promoción del token ha derivado en acusaciones de sobornos y manipulaciones de mercado. Según CoinDesk, medio de referencia en el mundo cripto, Hayden Davis, CEO de Kelsier Ventures, afirmó haber pagado a Karina Milei para influir en las decisiones del jefe de Estado. Esta declaración, sumada a la falta de desmentidas oficiales, ha generado un terremoto político en la Casa Rosada.
Los mensajes filtrados de Davis refuerzan las sospechas. En chats privados, el empresario aseguraba tener control total sobre Milei, atribuyendo esta influencia a pagos realizados a su hermana. Frases como “Le mando $$ a su hermana y él firma lo que quiero” alimentan el escándalo. Además, en sus conversaciones con inversores, reconoció maniobras para inflar artificialmente el valor de $LIBRA, una estrategia de “pump and dump” que perjudicó a miles de compradores.
La caída de $LIBRA y el silencio de los involucrados
La criptomoneda $LIBRA sufrió un colapso inmediato tras la difusión de los chats de Davis. El valor del token se desplomó y los inversores quedaron atrapados en una posible estafa. Sin embargo, el Gobierno ha optado por el silencio. La oficina de Karina Milei no respondió a las consultas de la prensa y Davis evitó hacer declaraciones. Esta falta de explicaciones ha aumentado la indignación en redes sociales, donde la comunidad cripto exige una investigación profunda.
El periodista Hugo Alconada Mon reveló que funcionarios del entorno presidencial intentaron negociar con Davis para contener la crisis. Según sus fuentes, la Casa Rosada prometió no acusarlo de delitos a cambio de su discreción. Además, se habría acordado el envío de un emisario para reunirse con él en los próximos días. Esta maniobra sugiere un intento desesperado por frenar las consecuencias políticas del escándalo.
Un entorno presidencial cada vez más expuesto
Las revelaciones sobre $LIBRA han puesto en la mira a figuras clave del Gobierno. Mauricio Novelli, empresario con vínculos con el oficialismo, es señalado como uno de los responsables del esquema. Su nombre apareció en documentos que lo vinculan a la creación del token y a contactos directos con Karina Milei. Además, el empresario singapurense Julian Peh, otro de los cerebros detrás del proyecto, mantuvo reuniones con el presidente en octubre.
El periodista Alejandro Bercovich sumó más datos comprometedores. Según sus fuentes, en octubre de 2024 hubo ofertas de pagos a intermediarios para facilitar reuniones con Milei. Un empresario del sector cripto afirmó que alguien del entorno presidencial cobró 5 millones de dólares para que el jefe de Estado promoviera LIBRA. Aunque no se confirmó que Milei recibiera dinero directamente, la sospecha de corrupción ya está instalada.
Santiago Caputo, el gran perdedor del escándalo
El escándalo de $LIBRA no solo golpea a la imagen de Milei, sino que también ha sacudido su círculo de confianza. Santiago Caputo, asesor clave del presidente, quedó en el ojo de la tormenta tras su intervención en la entrevista con Jonatan Viale. En un “intento por evitar que Milei cometiera errores”, Caputo interrumpió la charla en vivo, lo que dejó al mandatario expuesto como un títere de su equipo y no el líder implacable al que aspira ser.
La reacción dentro del oficialismo fue inmediata. Incluso el vocero presidencial, Manuel Adorni, salió a cuestionar la actitud de Caputo, señalando que su decisión de cortar la entrevista fue un error. Esto muestra un quiebre en la relación entre los principales actores del “triángulo de hierro” que sostiene el poder en la Casa Rosada.
Macri y la oposición aprovechan la crisis
El escándalo de $LIBRA le dio una nueva oportunidad a la oposición para atacar al Gobierno. Mauricio Macri, distanciado de Milei en los últimos meses, criticó duramente la falta de control dentro de la Casa Rosada. “Hemos visto a un presidente descuidado y mal rodeado”, declaró, exigiendo una investigación seria sobre el caso.
El PRO, sin embargo, mantiene una postura ambigua. Mientras rechaza el pedido de juicio político contra Milei, sus principales figuras buscan aprovechar el debilitamiento del presidente para ganar terreno. La incertidumbre sobre el futuro del Gobierno crece y el escándalo de $LIBRA podría ser el punto de inflexión que marque un cambio en la estructura de poder dentro del oficialismo.
La credibilidad de Milei, en su momento más crítico
El caso $LIBRA llega en un momento clave para la imagen de Javier Milei. Su discurso basado en la transparencia y la lucha contra la “casta” política se ve arruinado por las graves acusaciones de estafa y corrupción que lo tienen como protagonista. La promoción del token, su retiro abrupto y el silencio oficial han dañado la confianza de sus seguidores.
La entrevista con Viale, en lugar de apagar el incendio, avivó el fuego sobre la capacidad de Milei para el manejo de las crisis. Su postura evasiva y la intervención de Caputo dejaron la sensación de un presidente acorralado y temeroso de su accionar. El riesgo de que este escándalo tenga consecuencias políticas es claro y desde el círculo más cercano al presidente, temen por el futuro de la gestión.
¿El principio del fin del “triángulo de hierro”?
El “triángulo de hierro” que conforman Milei, Karina Milei y Santiago Caputo parece estar en su momento más frágil. La crisis de $LIBRA ha expuesto tensiones internas y revelado la influencia de actores externos en la toma de decisiones del Gobierno. La pregunta es si este escándalo marcará el inicio de una reconfiguración en el poder o si el oficialismo logrará superar el golpe.
El futuro del Gobierno se juega en los próximos días. Con una cripto comunidad indignada, una oposición que presiona y un escándalo que no deja de crecer, la fragilidad de Milei queda en evidencia. La historia de $LIBRA aún no ha terminado y sus efectos pueden ser devastadores para la estabilidad del oficialismo en un año electoral.