Tras el apoyo público, Mauricio Macri siente que desde LLA no lo escuchan y deja ver las grietas de su vínculo con Milei.

Mauricio Macri atraviesa un momento de emociones encontradas. Mientras celebra la reciente sanción de la Ley Bases por el Congreso, deja ver su descontento con en el gobierno de Javier Milei. Macri ha mostrado su apoyo a Milei, pero siente que sus consejos no son valorados.
Macri tomó el control del PRO para asegurar que su partido sea un aliado leal del gobierno actual. Sin embargo, LLA no tomó sus sugerencias. Milei, aunque elogia a Macri, no ha incluido a figuras importantes del PRO en su gabinete. Esta exclusión de cuadros técnicos y dirigentes clave generó malestar en el ex presidente, quien siente que su experiencia y la de su partido están siendo desaprovechadas.
Desde el PRO, varios miembros señalan que Milei podría beneficiarse enormemente de la experiencia de Macri y sus allegados. Un histórico del PRO comentó a Infobae: “Si no abre su Gobierno y se encierra cada vez más en el círculo de hierro, le será difícil sobrellevar la gestión”. Este sentimiento resuena entre muchos en el espacio macrista, que ven con preocupación la falta de apertura del gobierno de Milei.
El futuro del PRO
En este contexto, el PRO prepara un gran acto político de relanzamiento con Macri como figura central. Macri asumió la presidencia del partido en marzo y ahora busca recuperar protagonismo. Su equipo evalúa llevar adelante el evento en julio o agosto, marcando un punto de inflexión en la relación con Milei y Bullrich. Esta iniciativa es parte de una estrategia para retomar el control político y distanciarse del bullrichismo.
Además, Mauricio Macri está reorganizando el PRO a nivel nacional. Supervisará las elecciones internas del partido en Mendoza el 30 de junio y ha intervenido en Tucumán, donde Alejandro Finnochiaro podría asumir como interventor. También, Cristian Ritondo espera liderar el PRO en Buenos Aires y Jorge Macri ya lo hace en la Ciudad. La presidencia de la Asamblea, clave para definir alianzas, es otra batalla en curso. Macri busca evitar que Bullrich asuma ese rol, consolidando así su liderazgo y preparando al PRO para las elecciones legislativas de 2025.